|
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1.- COSECHA
2.- SELECCIÓN DE LA PAPA PARA EL CHUÑO Y LA SEMILLA
3.- PREDICCIÓN DEL TIEMPO PARA LA HELADA
4.- CLASES DE HELADAS
5.- PREPARATIVOS DEL CH'UÑÄWI
6.- EXTENDER PAPAS A LA INTEMPERIE
7.- MUSIÑA-MUSIRI
8.- VARIEDAD DE CHUÑOS Y EL LUGAR DONDE SON EXTENDIDOS EN EL CH'UÑÄWI
9.- LAS SAYWAS, GUARDIANAS NOCTURNAS
10.- EL CUIDANTE Y LAS NOCHES TENEBROSAS DE FUERTES HELADAS
11.- TÉCNICA DEL PISADO
12.- AGRUPAR LOS QUTUS EN PUYAS
13.- ESTREGAMIENTO
14.- AVIENTAMIENTO
15.- EL AYTA Y LA CH'ALLA
16.- EL FIAMBRE
17.- ATESTAMIENTO DEL CHUÑO EN LOS COSTALES
18.- ENLAZAMIENTO DE LOS COSTALES DE CHUÑO CON LA K'ILI WISKHA
19.- COPLAS DE LOS CH'UÑU PAPAS EN EL TRAYECTO DEL CHUÑITO A LA CASA
20.- EN LA CASA
21.- EL TROJE
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
TECNOLOGÍA DEL CHUÑO.
Este
estudio recopila datos extraordinarios de la tecnología del hombre andino;
sus logros, en los campos de la economía y la organización social, frutos
de una permanente preocupación.
El presente trabajo bajo el título:
"Elaboración del chuño: una tecnología tradicional andina e ideología mágico-ritual
aymara", es un estudio etnográfico realizado en la comunidad campesina aymara
de Chamchilla, distrito de Acora, provincia y departamento de Puno, ubicada
a la altitud de 3861 m.s.n.m.
Su estudio supone en muchos de los casos las limitaciones concernientes
a la geografía de los diferentes pisos ecológicos de la región: pues, para
elaborar el chuño se requiere de un clima muy especial, "el chuño no se hace
en cualquier sitio, cualquier zona o cualquier clima" (Mamani, 1978: 227).
Las regiones apropiadas para su elaboración son el suni y la puna, de acuerdo
a la clasificación geográfica de las ocho regiones naturales del Perú de
Javier Pulgar Vidal, donde, "debido a la altura y por estar inmediata los
nevados, la "puna" se caracteriza por días fríos y noches muy frías. La temperatura
anual es superior de 0 C. e inferior a 7 C. La máxima, entre setiembre y
abril, es superior a 15 C., llegando hasta 22 C. Las mínimas absolutas entre
mayo y agosto, oscilan entre -9 C. y -25 C.; esta última es la temperatura
más baja registrada en el Perú (Pulgar, 1987: 93). Precisamente, "por razones
climatológicas y topográficas, estas regiones se caracterizan por una variedad
de productos típicos: aquí se cultivan papa (solanum tuberosum), la mashua
e isaño (tropaeolum tuberosum) (Mamani, 1978: 228). En el suni y la puna,
la temperatura media anual fluctúa entre el 7 C., el aire es muy transparente
dando lugar a la caída de intensas heladas en las noches entre los meses
de Junio y Julio.
Este estudio está destinado al conocimiento y manejo tecnológico ancestral
de las categorías estacionarias en torno al clima, variedades de papas en
relación con la concepción cosmogónica del mundo andino. Consideramos de
mucha importancia que el hombre aymara obtiene su sobrevivencia gracias a
la benevolencia de sus dioses protectores, siendo así "el desarrollo de las
culturas indígenas y sus manifestaciones giraba a conceptos de la percepción
andina. En sus creencias religiosas no existió la idea abstracta de Dios,
a las divinidades se les conocía por sus nombres propios" (Rostoworowski,
1986:9).
De ahí, cuando el hombre aymara realiza esta actividad tiene una concepción
íntimamente relacionada con la ch'uñäw mamata y wayra tata (deidades meteoroanímicas
del mundo andino). Además el maestro personaje encargado de brindar las muchas
ofrendas a los dioses tutelares reencarnados en las diferentes categorías
toponímicas, vaticina mediante ruegos, coplas tradicionales y la caída de
las sagradas hojas de coca el advenimiento de una intensa noche de heladas
para hacer pasar el chuñito en una sola noche.
El procedimiento tan complejo en la elaboración del chuño, es perfectamente
ejecutado por los aymaras de las comunidades en estudio; ellos, no consultan
textos escritos relacionados con esta tecnología milenaria (ni a los leídos)
sino que la ejecución es espontánea según el cambio y el manejo del clima,
para esto verifican inmediatamente con los diferentes indicadores del clima:
la flora, la fauna y el movimiento y lucir de los meteoros.
La técnica del procesamiento de diferentes tipos de chuño no es tan sencilla.
Muchos hablan simplemente de "papa deshidratada", como lo dice Javier Pulgar
Vidal, al tocar el tema de los productos de la puna en su libro "las ocho
regiones naturales del Perú"; pero, en realidad se trata de una técnica tan
compleja que necesitamos entenderla mejor. Además, debe tenerse presente
que el chuño es algo increiblemente importante en la alimentación del aymara;
por un lado es alimento básico y por el otro sirve hasta de medicina para
ciertas enfermedades específicas.
La calidad y la variedad de las papas es también importante; cada tipo
de chuño exige el empleo de variedades específicas de papas, en su mayoría
amargas, las papas dulces requieren mayores cuidados a lo largo de todo el
proceso.
Lo negativo sería que se llegara a perder la riqueza invalorable de esta
tecnología con sus diferentes pasos, y las coplas tradicionales que aún están
en práctica.
Mes
de Mayo, es la época de la cosecha. Los productos agrícolas son recogidos
en la casa formando las phinas tapadas con el jicchu o la waych'a para protegerlos
de la helada y el calor exuberante del sol, que amorata a los tubérculos.
Esta
actividad se inicia una vez recogidos todos los productos agrícolas de los
campos de cultivo. Este trabajo se llama jathacha; otros dicen jatha lakjaña.
En la comunidad campesina de Chamchilla, del distrito de Acora, se conocen
estas variedades de papas: Janq'u imilla, allqatarma, mi Perú, waka laxra,
ch'iyar imilla, chupik imilla, axawiri, phiñu, khunurana, suwa pítikilla,
quyllu, pawla, chuwalla, llujt'a para, pintamilawru, tumi, allpaqnasa, allqa
chikiña, luk'i. De todas estas variedades las elegidas para la elaboración
del chuño negro) son: ch'iyar imilla, pawla, tumi, llujt'a para, allqatarma,
allpagnasa y luk'i. Las demás variedades son almacenadas para la semilla
y el consumo inmediato. Las variedades más preferidas para las fiestas y
ceremonias familiares son: p'itikilla y ch'iyar imilla.
En la jathacha se seleccionan, por una parte, semillas que deben ser papas
enteras, sin ser dañadas con la lijwana en el momento del escarbe. Esta actividad
se realiza generalmente los días útiles, pues, no se trabaja los días donde
caen las fases lunares, en especial en el urtá, sunaqi y jayri; según la
concepción mítica del campesino aymara en estos días no se debe mover ni
manejar ningún producto agrícola, puesto que, el fruto nunca llega a madurar
eficientemente, asimismo, el chuño elaborado en estos días suele tener un
olor agrio y desabrido.
La selección de la papa para la semilla como para el chuño, tiene los siguientes procesos:
Antes de empezar a realizar la selección de la papa ya sea para la jatha
como para el ch'uñu, el campesino aymara realiza la primera evocación a los
uta illas, a los apus y a los manq'a illas tomando su ch'uspa de coca, con
la mano derecha, hace súplicas a todas las divinidades del lugar, llamando
a todos los lados, a la par que dice las siguientes coplas tradicionales:
"Papa mamata, apill mamata... jutjakita...
akaw quri tapamaxa,
akarakiw qullqi tapamaxa,
munañan Pukar achachila,
munañan Chhamchhill achachila,
jathachax walikipanaya,
jatha ch'uqijasa,
ch'uñu ch'uqijas kustalanakaj
jilarakpanaya...
Oh preciada papita, preciada oquita... ven a mi.
Aquí está tu tapita de oro,
aquí está tu tapita de plata;
poderoso cerro Pucara,
poderoso cerro Chamchilla,
dadnos tu bendición a que
en esta actividad de la selección de la semilla de papa
para que el preciado chuñito
llene los costales...
A manera de dar gracias a la pachamama[1] ofrece un K'intu[2] de coca colocándolo encima de la phina de papas, diciendo:
"Mamata...janiw jaythjitätati..., iñu wawamaw aka kuka k'int akullt'asiñamatak
apt'ayansma. Akkullt' asmay munat manq'ita". (Papita...no nos vas a abandonar..
tu hijo piadoso y huerfano te ofrece este K'intu de coca para que comas.
Come preciada papita).
De esta manera, ha cumplido en pedir permiso a los illas de la casa y
de la tierra, y, bebe un poco de alcohol sirviéndose en los lluxis. Finalmente,
rocía las phinas, diciendo:
"Mamata...urumawa, umt'asiwmaya, janiw nayax armaskmati, umt'asiwmaya,
chikatax akaruw kirasxañäni, chikatax ch'uñu mamatatakiw sarxarakiñani. Jathatak
wakichatax mara akawrasax patak patak phinakpanaya; ch'uñutak wakichatax
tunka tunk sixikiy phuqt'aspa. Quli mamata, aka muxsa win umt'asiwmaya..."
(Apreciada papita... hoy es tu día, bébete, este trago, yo nunca te he olvidado,
bébete papita; algunos vamos a quedarnos acá, otros iremos al ch'uñäwi. Los
que han, de quedarse para la semilla, al año esté llenando cientos y cientos
de phinas y, los que van a ir al ch'uñäwi van a llenar cientos y cientos
de sixis. Oh preciada papita, brinda este trago...).
Inmediatamente empieza a abrir las phinas de papas. Esta actividad tiene tres pasos:
1. Primeramente, se escogen las papas grandes de las diferentes variedades
ya sea para ceremonias y fiestas familiares (matrimonios, pasar alferados,
etc.). Este tipo de papas se conocen con las siguientes denominaciones: 1.Munta
(zona Chamchilla y comunidades vecinas, distrito de Acora); 2.Ajrata (zona
Camacani y comunidades vecinas, distrito de Platería); 3.Jach'anak ch'uqi
(Zona centro poblado de Maquercota y otras comunidades del distrito de Pilcuyo);
4.Q'allu papa (zona comunidad de Molloco, distrito de Acora).
2. Luego se procede con la selección de jatha ch'uqi. Estas papas deben
ser enteras, no ser agusanadas laq'uta, ni dañadas con la lijwana en el momento
del escarbe. Así separan las papas buenas de las agusanadas y las dañadas
por la helada.
3. A continuación, se escogen papas pequeñas para elaborar el chuño -
ch'uñu ch'uqis - separándolas del ullarasi. Estas papas serán extendidas
en el ch'uñäwi al borde de las papas grandes, munta ch'uñu e ina ch'uñu.
En seguida, se sacan las ch'anqatas y las laq'utas, las cuales serán puestas
a la interperie del ch'uñäwi en pequeños montoncitos alrededor de la cantidad
de ch'uñu ch'uqis.
El ullarasi, las ch'anqatas y las laq'utas se llenan en un costal aparte para llevarlas al Ch'uñäwi.
La selección de la oca, tiene similar proceso a la de la papa, con la
única diferencia de que, a las ocas agusanadas se les conoce con el nombre
de laq'ut apilla y a las ocas podridas machita. Tanto las laq'ut apilla como
la machita, son consecuencias de trabajos realizados en los días donde caen
las fases de la luna, como también, cuando la chacra en plena florescencia
ha sido pisoteada constantemente por los animales, especialmente el burro
y las ovejas. El campesino aymara piensa también sobre esta situación como
el efecto de que los niños toman los alimentos sentados en la puerta de la
cocina. Sobre este caso, hay un dicho:
"Imilla, yuqalla...janiw uta punkun manq'añati, jaqis k'arintasiriwa;
ukhamaraki ch'uqi yappacha, apill yappachaw machintiri..." (Jóvenes, no se
debe comer sentado en la puerta de la cocina o en cualquier puerta de la
casa, pues la gente sabe levantar nuestro nombre para mentirnos; así también
las chacras de papas y ocas suelen pudrirse y agusanarse...)
Las papas y las ocas de tamaño grande, munta ch'uci y munta apilla, son
bendecidas con un 'rito de gracias', por la buena cosecha, en la festividad
católica de Pentecostés, en el mes de mayo de cada año con una ch'alla ritual
(Llanque, 1982: 12).
"Por
tradición oral a través de milenios, el campesino aymara disponía de elementos
diversos para operar un sistema de previsión del clima, a fin de asegurar
el volumen de sus cosechas" (Condori, 1989:32).
Antúnez de Mayolo,
dice: "desde hace milenios de años, las plantas y animales determinan la
previsión del clima. En la actualidad encontraremos en las comunidades campesinas
testimonios del manejo de los indicadores naturales de plantas, animales,
meteoros; apoyados con el calendario juliano" (Ramos, 1989: 1-2).
En lo que se refiere al clima de la zona de Acora, no han sido debidamente
estudiadas para determinar sus causas y predecir sus ocurrencias. Pero, para
describir esta previsión, se ha tenido como fuente de información de primera
mano, a las versiones orales vertidas por los mismos campesinos; pues, ellos,
al estar en constante relación con la naturaleza preveen épocas de intensas
lluvias, épocas de sequía como también épocas de heladas. A continuación
describimos este prenuncio:
3.1. Previsión del viento.
El campesino aymara, por tradición oral generada a través de milenios,
dispone su ubicación en relación con la naturaleza y fenómenos climatológicos
previstos mediante una serie de premisas para la producción agrícola. En
efecto, en esta ocasión, vamos a describir solamente concepciones ideológicas
acerca del anuncio del tiempo para la elaboración del chuño, mediante el
viento.
Generalmente, la época de elaborar el chuño son los meses de junio a julio.
El campesino aymara sabe perfectamente las noches en las que han de caer
intensas heladas. Como premisa, desde el medio día tratan de observar minuciosamente
la corriente del viento. Así por ejemplo: si ven que el viento corre con
dirección del poniente hacia el saliente suni thaya, en pleno sol del día,
indica que, dentro de unos días y/o noches han de caer fuertes heladas. Previstas
por este indicador, preparan afanosamente los ch'uñu ch'uqis llenando en
sacos y costales para transportarlos al ch'uñäwi.
3.2 Meteoros y pléyades.
Otro indicador previsto para la caída de posibles noches de heladas, son
las pléyades, llamadas en aymara lliphi lliphis, aparece el lucir de sus
rayos en las noches del oriente boliviano. El Kawrillu y el qutu son otros
meteoros que aparecen con un brillo luminoso en la víspera de la fiesta de
la Santísima Trinidad (se festeja en la primera semana del mes de junio).
El campesino aymara al observar el brillo de estos meteoros considera que
dentro de pocos días han de caer fuertes heladas.
3.3. Animales.
Los animales son también buenos indicadores de la caída de las heladas. Entre ellos vamos a mencionar:
Los Kusikusis, a partir del medio día aproximadamente, empiezan a tejer
en el aire su telaraña, kusikus simpa. Esta escena se ve claramente al observar
el poniente en horas de la tarde; en esta misma hora, los jisk'a kusikusis,
inician a tender afanosamente su telaraña a ras del suelo. La gente al observar
esta actividad alista inmediatamente sus animales de carga para transportar
los ch'uñu ch'uqis al ch'uñäwi.
Esta escena se ve con mayor precisión en el ch'uñäwi, se observa el suelo
lleno de telarañas que aparentan estar tendidas como una manta de color plomo.
Entonces, los ch'uñu apas, extienden rápidamente las papas en la intemperie
pensando que esa noche ha de ser de fuertes heladas.
El tiempo es anticipado también por los pastores, quienes, en la época
de la elaboración del preciado chuñito, día tras día van observando el vuelo
de los liqi liqis. Estas aves descienden de la cordillera occidental de los
andes, en dirección al lago en parvadas faltando una o dos semanas antes
de la caída de fuertes heladas, sin hacer ruido. Cuando el liqui liqui hace
corretear al búho, al buitre o al cernícalo, indica que en esa noche y en
las otras venideras han de caer fuertes heladas. Y, si camina silenciosamente
levantando su cabeza, es señal también que avecinan noches de fuertes heladas"
(Condori, 1989:57).
Después de escampar el cielo, aparecen inmediatamente los K'usiwillus
y/o los chhiqan qanllis volando en gran cantidad del poniente hacia el saliente,
esta escena indica que esa noche han de caer fuertes heladas.
Otro agente indicador, en esta zona, es el Khuchi thuqusi. Los cerdos
corretean alegremente en el campo haciendo encrespar sus cerdas, cual púas
puntiagudas. El campesino aymara al ver el baile de estos animales entiende
que en esa noche han de caer fuertes heladas. Por lo que alistan los ch'uñu
ch'uqis para llevarlos al ch'uñäwi.
Pero, en la época de la siembra aparece en el campo de cultivo el pájaro
tiki tiki que, "en la construcción de su nido también muestra signos importantes.
Cuando las piedras que usa en su nido son pequeñas, el ch'uñu, y por consiguiente
las papas, también serán pequeñas; si las piedras son grandes, la cosecha
será buena y el ch'uñu grande. Las piedras grandes pueden ser un augurio
tan importante, que una vez vistas, la gente comienza a llevar al mercado
los restos del ch'uñu de la anterior cosecha (Carter & Mamani, 1982:98-99).
El
espacio andino "ofrece la más completa sucesión de fenómenos meteóricos caracterizado
por días y noches muy fríos, en las noches, las estrellas brillan en el cielo
azul y esplendoroso" (Pulgar, 1987: 93).
"En la estación seca se producen
heladas nocturnas y matutinas, especialmente en junio y en la parte superior
del piso, aunque allí son limitadas y pueden afectar las hojas de las plantas
(especialmente de la papa) (Dollfus, 1981:47).
En el ambiente ecológico aymara existen dos tipos de heladas: chacha juytphi y warmi juyphi.
4.1. Chacha juyphi.
Este tipo de heladas no entumece a la totalidad de las papas expuestas
en la intemperie, congela cierta porción de tubérculos dejados allí, tal
como un varón deja huellas con su pisada al pasar por la chacra; igual caso
sucede con este tipo de heladas.
4.2. Warmi juyphi.
Este tipo de heladas congela a la totalidad de los tubérculos extendidos
a la intemperie, tal como una mujer campesina al pasar por la chacra con
sus anchas polleras tapa las matas. Por eso, cuando las ocas y las papas
han sido totalmente congeladas en el ch'uñäwi, dicen que "había caído el
warmi juyphi". Aquí la tradición aymara:
"Chacha juyphix janiw ch'uñ q' al pasaykaspati; jan ukax warmi juyphikuchapi
pullirapampjam janakipasin ma qawayat pasayawirixa..." (La helada macho no
suele hidratar y/o congelar por completo las papas y ocas expuestas a la
intemperie; más bien la helada hembra si congela a la totalidad de ocas y
papas...)
Antes
de llevar las papas y las ocas seleccionadas para la elaboración del chuño
y de la kaya, ya sea el varón y/o la mujer, se dirigen a realizar la limpieza
del ch'uñäwi dejándolo listo para extender los tubérculos y permanecerán
allí aproximadamente cuatro a cinco semanas, tiempo que ha de durar el normal
procesamiento del producto. "El sitio escogido para la preparación del chuño
se denomina "choñuwiri" y es donde por la experiencia de muchas generaciones
se sabe que las heladas se presentan en forma óptima para llevar a cabo el
proceso de elaboración. Según Troll "la congelación tiene lugar en un sitio
plano, con poca o ninguna vegetación" (Mamani, 1978: 233). Asimismo, se ubica
el lugar donde se ha de construir la musiña, donde permanecerá el dueño hasta
el último día de la elaboración del tan esperado chuñito.
Este
proceso consiste en tender tubérculos previstos para la elaboración del chuño
a la intemperie, con la participación de hombre, mujeres e inclusive hijos
mayores.
En esta parte del trabajo, a pesar de tantos siglos de sojuzgamiento
ideológico, contrario a la reciprocidad andina, existen todavía prestaciones
de servicios, conocidos comunmente como "ayni". "Las prestaciones que se
intercambian son contabilizadas para ser devueltas en la misma forma y cantidad"
(Alberti & Mayer, 1974:16). En el tendido de los ch'uñu ch'uqis, el dueño
recibe, por los miembros de su numerosa parentela, servicios que el día antes
y/o después devolverá con el mismo trabajo.
Es sabido que en estos trabajos se ayudan tíos paternos, sus hijos y hermanos.
En menor grado cooperan entre suegros y cuñados. Pues, "existe el profundo
sentimiento de que la familia debe ofrecer un sólido frente ante el mundo
y que dentro de ella deben prevalecer las relaciones amistosas" (Tschopik,
1968:45).
Los ch'uñu ch'uqis deben ser tendidos en el suelo con mucho cuidado. La
actividad no consiste solamente en echar el costal a las papas y dejarlas
en el suelo. Es en el primer proceso donde se toma más tiempo. Las papas
y las ocas deben ser puestas unas tras otras hasta dejar completamente cubiertas
el área en que han de ser expuestas. No se coloca en meros montoncitos ni
montadas, paltasitas, unas sobre otras; pues, si se deja en esta forma a
la intemperie, la helada no podría congelar a todas sino a las que están
encima, y el resto quedará sin ser congeladas, a estas papas se les llama
ch'uxñarate o q'uyuta; que al cocinarlas toman un olor desabrido deshaciéndose
como papas harinosas.
El ch'uñäwi, es un lugar sagrado para el aymara. El ch'uñäwi no es cualquier
sitio, no es aquel lugar lleno de tierra, de piedras, ni es la tierra cultivada;
pues, el ch'uñawi es un lugar muy especial, el ras del suelo está cubierto
por el entretejimiento del ch'iji, llamado en aymara llapa. Este sitio tiene
una ubicación, generalmente, en una pampa descubierta, a fin de que la helada
pueda caer con facilidad. Además, el ch'uñäwi, siempre está ubicado a orillas
de un río a fin de que en las noches puedan utilizarse las aguas del río
para rociar los ch'uñu ch'uqis y facilitar su congelamiento.
"Cuando un aymara vierte al suelo (al ch'uñäwi) una parte del contenido
de su copa (aguardiente o cualquier otra bebida espirituosa), lo cual significa
un saludo o recuerdo, un acto de veneración a la divinidad preferida; si
se pone a masticar coca, como primera medida deshace algunas hojas en pedazos
y las sopla al viento como ofrenda al espíritu y/o illa del ch'uñäwi (Oblitas,
1978: 59). Simbólicamente, el espíritu de lugares sagrados se alimenta del
untu[3],
apaga su sed el olor del vino o de cualquier otro licor que se le ofrece,
mitiga su cansancio milenario absorbiendo el olor de la coca; todo este conjunto
de aderezos rituales constituye el maní preferido por estos lugares.
Los
aymaras conocen muy bien el lugar donde año tras año realizan esta ceremonia,
como ofrenda para pedir licencia, para elaborar el preciado chuño. Si por
cualquier situación imprevista un campesino rehuza realizar esta ceremonia
mágico-ritual, el lugar se convierte rebelde y, como consecuencia influye
hostilmente en la producción agropecuaria; es decir, el campesino ha de sufrir
en el futuro (mientras no haga pasar una misa de redención al ch'uñäwi) pérdidas
en la producción agraria y constantes muertes de sus animales, diezmando
de esta manera la economía familiar.
"El sitio escogido para la preparación del chuño se denomina "choñaviri"
y es donde, por la experiencia de muchas generaciones, se sabe que las heladas
se presentan en forma óptima para llevar a cabo el proceso de elaboración"
(Mamani, 1978:233). En aymara se les conoce a estos lugares como ch'uñäw
mamata[4].
7.1 Musiña.
La musiña es una choza rústica que se construye en le ch'uñäwi al frente
o en la cabecera donde están extendidas las papas y las ocas. Para esto el
musiri lleva anteladamente en el q'ipi o en la palta del burro cierta cantidad
de jichhu, ch'illiva, waych'a o muña. Para armar esta choza llevan el musiñ
q'iru, las phalas, el minu o la t'isña. Con estos materiales construyen esta
pequeña choza.
Para levantar la musiña, primeramente excavan el suelo de 50 a 70 cm.
de profundiad, con capacidad para pernoctar dos personas. Sobre este hoyo
levantan el armazón del techo amarrando los palos de qulli con las yawrinkhas,
para luego techar con el jichhu o con la waych'a. A manera de colchón tienden
la ch'illiwa y, sobre ésta colocan el qamichu y el jant'aku.
En una sola musiña pueden permanecer dos personas con dos ch'uñawis diferentes;
para esto, ambas personas reúnen los materiales para armar y techar la choza;
además, llevan también sus respectivas frazadas para pernoctar durante el
largo periodo que dura la elaboración del chuño.
7.2 Musiri.
En las zona en estudio hay dos tipos de musiris:
a) Musiri propietario: Es el dueño del chuño. Desde el primer día que
han expuesto los ch'uñu ch'uqis en el ch'uñäwi se queda permanentemente al
cuidado de su chuño. Durante estos días tienen que espantar a los liqis liqis
o liqichus que suelen perturbar con sus patas las papas extendidas en el
suelo perjudicando su congelamiento. También, a menudo, las ovejas y los
burros escapan de los pastores para dirigirse al ch'uñäwi terminando de comer
las papas y las ocas tendidas en el suelo. Los informantes manifiestan:
"Aka uywanakatakix ch'uñu, ukhamarak kayax sumaw thujsixa, ukatw awatirinakatx
sapuw ch'uñaw tuq uñtat thuqt'as thuqt'as atipasixa..." (para los animales,
como el burro, ya sea las papas y las ocas al estar en deshidratación tienen
un olor agradable, por eso se dirigen constantemente con dirección al ch'uñäwi[5].
Otras de las funciones del musiri es que, en las noches ( de 11 p.m. a
2 a.m.) tienen que echar agua a todas las papas y ocas extendidas a la intemperie,
a fin de que en dos o tres noches están bien congeladas.
En esta parte queremos detenernos un poco para aclarar lo siguiente. Cuando
las papas extendidas en el suelo no han sido completamente congeladas en
tres o cuatro noches, el chuño ha de tener un olor desabrido por lo que es
necesario echar continuamente el agua en las horas antes señaladas; pues,
como indicadores de la caída de fuertes heladas, anticipa el brillo esplendoroso
de la pacha jawira y la estrella cabrillo. Los musiris, al observar el reflejo
luminoso de estos meteoros, salen de la choza para rociar con cuidado las
papas y las ocas extendidas a la intemperie.
b) Musiri por lazos de parentesco: En la comunidad de Chamchilla, este
tipo de musiri es característico de aquellas personas que poseen buena cantidad
de chuños, en este caso es propio de los hacendados.
Para esto, el dueño del chuño tiene designada la persona o las personas,
que han de cumplir con este servicio, generalmente son los ahijados de matrimonio,
de corte de pelo, de bautismo, los compadres del patrón. Estas personas,
desde la época de la selección de la semilla tienen que preverse de materiales
necesarios para construir su musiña, sus frazadas y víveres.
Desde el día previsto para llevar las papas y las ocas al ch'uñäwi, el
patrón entrega a esta persona bajo su responsabilidad toda la cantidad de
papas y ocas extendidas a la intemperie; el cuidante cumple con todas las
atribuciones del padrino y/o patrón (Es igual que el musiri-propietario).
Este tipo de musiri se ausenta de su casa durante todo el periodo que
dura la elaboración del chuño. Prepara sus alimentos en el mismo lugar (ch'uñäwi);
para esto, el patrón le proporciona cierta cantidad de productos alimenticios,
tales como: ch'arki, t'una ch'uñu, un poco de cebada para preparar la phatasqa,
botellas de alcohol y buena unkuña de coca.
8. VARIEDAD DE CHUÑOS Y EL LUGAR DONDE SON EXTENDIDOS EN EL CH'UÑÄWI
El
campesino aymara de las comunidades de Chamchilla, Chusamarca, Huilcaya del
distrito de Acora, desde la época de selección de la semilla separa, según
el uso que se les dará, a las papas, ya sea para el consumo inmediato, para
el chuño, para las fiestas y para la venta.
Las papas seleccionadas
para elaborar el chuño, están destinadas para ser usadas en las diferentes
situaciones que enfrenta el campesino aymara, así por ejemplo:
Para realizar compromisos a nivel de la parentela (matrimonios, bautizos,
techamiento de la nueva vivienda, para pasar de alferados, etc.) Para este
tipo de chuños llevan papas de tamaño grande, y éstas son extendidas en el
ch'uñäwi en la parte céntrica del área elegida, a fin de asegurar su excelente
elaboración; pues, este tipo de chuño son asechados por lo vecinos para hurtarlas;
además, la pisada y el frotamiento se hace con mucho cuidado, se quita las
cáscaras pelando completamente; pues, el campesino aymara dice acerca de
este tipo de chuños:
"Akir munta ch'uñux jaqins jaqiw sañatak lurt'añawa. Aïr ch'uñux yuqa
phuch kasarañatakiwa; ukhamarak machaq ut utachañataki. Ukhamarus santa Rosa
mamit phista, Karnawal phist pasañatak ch'uñuwa. Aka 'funcianakanwa' jaqix
manq'at sipana, umañat sipan uñaqt' asirixa..." (Este tipo de chuño se elabora
para quedar bien frente a otras personas. Pues, en el matrimonio de nuestros
hijos, en el techamiento de una vivienda nueva, o en la celebración de una
fiesta de carnavales) la gente asiste para ver la calidad de productos con
que están preparados los diferentes platos, lo mismo observan la cantidad
de trago que brindan los alferados...).
Además, estos chuños son guardados en lugares secretos de la manq'a uta
para obsequiar a un familiar que llega de un pueblo lejano después de mucho
tiempo; lo mismo están destinados para obsequiarlos a manera de gratitud
por el servicio prestado al padrino de matrimonio de los hijos. Cortésmente
llaman en aymara rispiñs ch'uñu o munta ch'uñu.
Para el consumo inmediato, preparan el chuño de papas agusanadas laq'utas
y partidas ch'anqatas. Este tipo de papas reciben el nombre de ullarasi.
Estas papas son extendidas en el perímetro del ch'uñäwi; es decir, alrededor
de toda la cantidad de papas expuestas a la intemperie. El pisado y el frotamiento
es normal, se descascaran superficialmente.
Las papas extremadamente agusanadas o laq'utas y podridas o ñusatas son
extendidas en pequeños montoncitos alrededor de todo el perímetro que ocupa
la cantidad de munta ch'uñu, jach'anak ch'uñu y el ina ch'uñu. Este tipo
de chuño es elaborado no con una tecnología especializada tal como se trabaja
en los demás tipos de chuños, sino lo hacen, ya sea en el pisado, en el frotamiento,
superficialmente y son designados para la comida del perro añu ch'uñu y/o
para efectuar el trueque en la época de sequía o de hambruna.
Las t'inkas ch'uqis son llevadas al ch'uñäwi con mucho cuidado y con toda
la devoción del caso y son extendidas en el medio mismo donde están expuestas
la totalidad de ch'uñu ch'uqis, este tipo de chuño recibe el nombre de t'inka
ch'uñu. Es utilizado en las principales fiestas de la comunidad; y como muestra
de gratitud son llevadas a la iglesia para ser bendecidas con vino y agua
bendita por el párroco del distrito de Acora. La idea mítica de este hecho
trascendental es que en los próximos años este producto (papa) no lo deje,
que año tras año siga existiendo bonanza, que sus hijos y nietos no sufran
de hambre.
El ina ch'uñu es destinado para el consumo diario de todo el año. Este
tipo de chuño ocupa la mayor parte del ch'uñäwi. Su elaboración es en base
a papas de tamaño regurlar, no agusanadas ni dañadas con la lijwana. La técnica
del pisado, el descascaramiento y el frotamiento son hechos con cuidado.
"La elaboración del chuño ordinario es mucho trabajo, pero es un alimento
básico que, cuando está bien procesado, se conserva indefinidamente" (Carter
& Mamani, 1982: 106).
A la thayacha[6]
la extienden en una unkuña, en un ángulo entre el ullarasi y la kaya y/o
ina ch'uñu a fin de que reciba una congelación total; pues, si la colocan
cerca de la musiña, dicen que la respiración del cuidante no permite el congelamiento
de este preciado alimento. La thayacha se come en las primera horas de la
madrugada, pues, en ésta época es muy preferida por los campesinos, ellos
dicen a esto en aymara lluqu lik'i. Además dicen, quien come la thayacha
no será víctima del Kharisiri[7] que acostumbra andar sigilosamente en las noches oscurase en este tiempo.
Al
atardecer del primer día, el cuidante levanta alrededor del ch'uñäwi pequeños
mojones de terrones, llamados en aymara chutas y/o saywas. Estos mojones
sirven como agentes ahuyentadores de las aves y de algunos animales domésticos
que suelen llegar a menudo a comer el qachu ch'uñu; además, colocan encima
de estas saywas pedazos de nylón a fin de asuzar dichos animales.
A
partir de las primeras noches, el cuidante prepara sus baldes y jarros para
rociar con agua a las papas extendidas en el ch'uñäwi. No obstante, al oscurecer
la primera noche el cuidante empieza a chajchar su coca, a fin de que el
juyphi tata entre en relación con la ch'uñäw mamata. A manera de evocación,
tomando con una mano su sagrada ch'uspa de coca y con la otra mano uno o
dos k'intus de coca, dice en voz baja:
"Juyphi tata, ch'uñäw mama,
ch'uqijax janikiy q'uyuspati, jichharmpachay past'ayarapita..." (Oh...dios
de las heladas, que mis papas no se vuelvan amoratadas, esta noche mismo
congelen...)
La actividad de oricar y/o regar se realiza generalmente cuando la helada
está cayendo con mucha intensidad, aproximadamente de las 11 de la noche
hasta 2 a 3 de la mañana, esta última helada es conocida como qhantat juyphi.
Al amanecer, los ch'uñu ch'uqis se convierten en qachu ch'uñus, han perdido
ya al descongelarse la turgencia. El qachu ch'uñu es un producto temprano
y es para consumo inmediato, fácil de preparar. Corresponde a la primera
etapa de su elaboración, no requiere de mano calificada (Mamani, 1978: 230).
Como ya dijimos en líneas anteriores, cuando la helada no se presenta
en esas noches, el cuidante tiene que estar en vigilia hasta la madrugada,
pues este fenómeno climatológico puede caer en cualquier momento y/u hora
de la noche; por lo que, tiene que estar bien preparado con baldes llenos
de agua y rociar hasta hacer mojar la totalidad de las papas.
En páginas anteriores habíamos tratado de los indicadores de la llegada
de fuertes heladas, en esta ocasión el musiri observa la salida de la estrella
qutu, el brillo esplendoroso de la vía láctea y el reflejo constante de las
pléyades, estas ultimas suelen aparecer en las primeras horas de la alborada
en la época de la elaboración del preciado chuño en el oriente boliviano.
Para saber si la helada está cayendo fuertemente en el ch'uñäwi, se levantan
las papitas extendidas a la intemperie, cuando esta papita se halla bien
pegada a la llapa del ch'iji y aparenta tener el peso de una pequeña piedrecita
se sobreentiende que la helada está cayendo con intensidad. A veces colocan
en el borde de las papitas extendidas un balde conteniendo agua; aproximadamente,
a la una o dos de la mañana se observa el líquido de verificar la caída de
la helada, cuando la superficie del agua se halla escarchada con hielo chhullunkhiyata,
indica que la helada está cayendo y es hora de rociar con el agua las papas.
A esta hora colocan también, en una unkuña, la thayacha en un ángulo entre
el ullarasi y el ina ch'uñu extendidas en el ch'uñawi. Este convite no se
coloca desde el atardecer porque suele ser tragado por algunos perros vagabundos
y hambrientos que caminan constantemente en el ch'uäwi buscando restos de
fiambre, por eso se coloca a la una o a las dos de la mañana, aproximadamente.
Es común que los propietarios del chuño suelan realizar trabajos del ayni
con sus vecinos o parientes ya sea en el cuidado y en el procesamiento del
preciado producto. Para esto establecen ciertas reglas de reciprocidad por
ambas partes. Esto ocurre generalmente entre los miembros de una misma parentela.
Entre los principales acuerdos del convenio de reciprocidad, se pueden mencionar los siguientes:
a) Rondar permanentemente ambas ch'uñäwis asegurando el normal procesamiento de los chuños.
b) En caso necesario, asperjar con agua los chuños que aún no han sido pasados por la helada, para ambas partes.
c) Cuando uno de los vecinos o parientes del convenio determina levantar
el chuño, ambas partes se ponen de acuerdo para ayudarse, desde la mañana
hasta el atardecer, se prestan animales de carga, generalmente burros, prendas
para llenar y cargar el producto (costales y wiskhas), además bajo la responsabilidad
de las mujeres preparan buena cantidad de fiambre con los mejores productos,
tales como: papa monda, chuños grandes, buena porción de carne y un buen
plato de ají. Por otra parte, los varones, a manera de jalxata llevan consigo,
como mínimo, una botella de alcohol puro y media botella de vino; aquí no
falta también una unkuña de coca.
Como podemos apreciar, "estas concesiones son como parte de una generosidad
institucionalizada de lealtad y cooperación mútua en una etnia (Murra, 1983:215).
Esta concesión está arraigada en la tradición cultural del pueblo aymara
desde siglos atrás, aunque podemos considerar las desviaciones de estas normas
a causa del fuerte influjo económico-político e ideológico de una cultura
extraña, pasando al estado de servidumbre personal.
Es costumbre que los cuidantes del chuño después de haber realizado en
el día un laborioso trabajo, ya sea pisando, frotando o descascarnado suelan
pasar las noches bebiendo alcohol y mascando la coca; es decir, realizan
en el ch'uñäwi una gran fiesta nocturna. Al ver que sus papitas no están
amoratadas por la acción de los rayos del sol y a falta de fuertes heladas
brindan buenos tragos.
En el mundo aymara hay una tradición tan popular acerca de la elaboración
del chuño, y es que unos y otros atisban la cantidad de papas que llevan
al ch'uñäwi y la misma cantidad de chuño que levantan; por eso dicen:
"Khitis maran yap yapucht'añ yatitayna, ukax ch'uñäwin uñaqt'asiñaxa..."
(para saber quién había sembrado buena cantidad de papas en el presente año
agrícola se conoce en la elaboración del chuño).
Acerca de este caso, hay que tener en cuenta la extensión de tierras cultivables
que posee cada familia. Como es sabido, causa de la constante fragmentación
de pequeñas parcelas o suyus heredados de los troncos respectivos, muchas
familias poseen pequeños surcos de tierras de cultivo, y por el constante
azote de las sementeras por los fenómenos climatológicos de la región (heladas,
granizadas, sequía, etc.) no permiten una producción eficiente de los productos
agrícolas de pan llevar. Pero, existen ciertas familias que poseen buenas
extensiones de tierras de cultivo ubicadas estratégicamente en los mejores
lugares y obtienen buena cantidad de productos, por lo tanto, llevan también
buena cantidad de papas al ch'uñäwi para elaborar el chuño.
Por otra parte, existen también personas que trabajan mediante el sistema
de chikata; es decir, un campesino aymara al no poseer tierras de cultivo
para obtener buena producción agrícola trabaja en el terreno de aquellas
personas que poseen gran extensión de tierras. En este sistema de trabajo,
el dueño del terreno cede al chikatiru buenas partes de sus tierras de cultivo
por el periodo de un año agrícola, y, el chikatiru trabaja desde el barbecho
hasta la cosecha, claro que, ambas partes ponen sus respectivas semillas
para la siembra. En el momento de la cosecha ya sea el propietario de las
tierras como el chikatiru obtienen la misma cantidad de productos. Esta persona
que trabaja en varias partes en propiedad ajena (en este caso, en la comunidad
de Chamchilla existen dos personas que poseen buena extensión de tierras:
los descendientes del finado Mateo Terroba y el actual propietario Humberto
Catacora) se les dice q'apa jaqi. Por consiguiente, esta persona al no poseer
tierras de cultivo, lleva también del mismo modo que los que poseen buen
extensión de tierras, buena cantidad de papas para elaborar el chuño. De
este modo demuestran la habilidad de ser buenos agricultores y proveer alimento
a su familia, y sin recelo alguno pueden ocupar cualquier cargo público dentro
de la comunidad, tal como: pasar de mayorazgo y/o alferado de la fiesta patronal
de la comunidad, en la fiesta de carnavales en el distrito y pueblo de Acora.
Como es sabido, en estos acontecimientos y compromisos siempre existen gastos
para atender a los invitados y concurrentes. El chuño entra como elemento
de primer orden en la preparación de los diferentes platos.
En esta época (junio y julio) suele caer también la nevada; y con la presencia
de este fenómeno climatológico mucha gente se sorprende durante el ch'uñäwi,
cuando el chuño está en plena elaboración. "La nieve no congela sino quema
el producto de manera muy extraña. Este pierde entonces su consistencia,
se raja y parte en pedazos, y aunque no se nota de inmediato el daño, al
momento de guisarlo no conserva su consistencia característica y agradable,
se deshace (Mamani, 1978:235). Por otra parte, estas papas a causa de la
nieve poco a poco se deshacen, phallarata, asemejándose a las papas gangrenadas,
y en el comento de la takiña se despedazan completamente. La cachaña son
los residuos de este tipo de chuño malogrado. La gente sabe perfectamente
cuando van a caer las fuertes heladas y las posibles épocas de la nevada,
esto lo preveen en la variada presencia de la corriente de vientos andinos
y en el constante movimiento de las estrellas y las nubes.
Es
el proceso más esperado por la gente. Se realiza una vez que las papas han
sido completamente congeladas por la helada, por lo menos 3 a 4 noches consecutivas
y están deshidratadas por la acción de los rayos solares.
Las variedades
de papas que no necesitan mucho tiempo para deshidratarse son: la allqatarma
y el luk'i; éstas resultan congeladas apena cae la helada una o dos noches.
El campesino sabe perfectamente que estas variedades de papas en poco tiempo
se convierten en ch'uñu ch'uqis a la interperie, y las exponen muy separadamente
de las demás variedades a fin de pisarlas a priori y tenerlas listas para
preparar el qachu ch'uñ phuti, merienda apetitosa en esta época.
Cuando esta variedad de papas se deja en la intemperie por varios días,
congeladas y deshidratadas, sin pisarlas a su tiempo, con la constante irradiación
de los rayos solares y el perseverante desentumecimiento nocturno de las
heladas, comienza a secarse, hasta convertirse en un tubérculo fosilizado
a manera de las piedras adquiriendo después un olor desagradable, y un sabor
inservible para el consumo humano. La técnica seguida para pisar el chuño
es:
11. 1 Apilamiento.
Es el primer proceso de esta técnica, consiste en sacarle la totalidad
de los chuños a las ch'usutas. Este tipo de chuño es el que ha sido deshidratado
en una o dos noches. Esta operación se efectúa recogiendo con los dedos uno
por uno a los tubérculos extendidos en la superficie para echarles el líquido.
Este trabajo es efectuado tanto por los varones, mujeres y los hijos mayores,
que son expertos en la realización de esta tarea.
Una vez separada las ch'ustas de los otros tubérculos que aún faltan todavía
pasar en una o dos noches más, van extrayendo separadamente a las que están
a medio congelar, a un costado de los qachu ch'uñus ya deshidratados.
Los tubérculos ya deshidratados que están listos para ser pisados, son
amontonados en hileras de par formando los qutus. Un qutu puede contener
de 30 a 40 papitas deshidratadas, el contenido de estas pequeñas rumas es
de 3 a 5 kg., cuando están descongeladas. Cada persona forma una hilera de
10 a 12 rumas o qutus para ejecutar la takiña.
11.2 Pisado del chuño.
Terminada la selección de tubérculos, se continúa con la etapa del pisado,
en ese momento, el ch'uñuni brinda una copa de alcohol y un jach'i de coca
como ofrecimiento a todos sus aynis y parientes, este mismo ofrecimiento
le da al ch'uñäw mamata dando gracias por la buena recepción de las primeras
noches que han pasado sin ningún problema. Esta técnica se realiza con sumo
cuidado, se ejecuta con los pies descalzos, especialmente con los talones
mediante un movimiento giratorio de los pies, haciendo reventar las papas
y tratando en los posible de sacar toda la materia remojada y suelta hasta
que sólo quede el corazón sólido y deshidratado. Para que las papitas no
se dañen por completo, se pisa con los metatarsianos, o sea entre el dedo
gordo y el segundo; pues, de esto dependerá la calidad del producto.
Después de pisados y bien aplanados, se dejan los montoncitos en el mismo
sitio por una noche y al día siguiente se extienden al sol para que se sequen.
Este proceso se llama en aymara alltaña. En esta operación a la par que se
van extendiendo los chuños, se van seleccionando los pequeños tubérculos
que no han sido congelados en las noches anteriores y, nuevamente se tiende
en forma separada de los demás qutus de chuños. Mientras tanto, los ch'arañ
ch'uñus extendidos en la superficie se van secando con la constante irradiación
de los rayos solares, de manera que poco a poco van tomando la forma, el
color, y olor sabroso del preciado chuñito propiamente dicho, dejándolos
a la intemperie por un tiempo aproximado de 3 a 4 días y noches, listos para
proceder con la siguiente operación.
Los
qutus de chuños pisados tienen que ser removidos en el mismo sitio. Como
ya habíamos dicho en líneas anteriores a este proceso se le llama alltaña.
Este trabajo se realiza después de haber dejado los qutus de chuños debidamente
pisados a la intemperie durante una o dos noches de congelamiento.
La técnica a seguir es la siguiente: Se juntan con las manos los qutus
de chuñus pisados, reuniendo cuatro qutus en un cúmulo mayor, llamado en
aymara puya o mäjachata. Después se extienden las puyas de chuño en la superficie,
y, a medida que se van exponiendo al sol para que se sequen se van descascarando
cuidadosamente los sillp'is mojados, dejando el chuño bien pelado. En este
proceso, se separa también en el mantiyu los chuños desmenuzados o partidos
a consecuencia de pisadas fuertes y bruscas para dejarlos a la intemperie
en un lugar aparte de los otros chuños. Este tipo de chuño se conoce el nombre
de qachaña. Este chuño es el más preciado y considerado sagrado en relación
a otros tipos de chuños. Por lo que está destinado al muntuku, plato típico
y tradicional en el matrimonio,
Las puyas permanecerán en la intemperie dos o tres días aproximadamente,
puesto que con el resplandor de los rayos solares y las fuertes heladas nocturnas
secarán rápidamente al preciado producto hasta convertirlo en un verdadero
chuño.
Es la última operación en la larga elaboración del chuño, en aymara es llamada ch'uñu qaxuña.
Antes de empezar este trabajo, como es costumbre y tradición, el ch'uñuni
asperja a la ch'uñäw mamata un lluxi o vaso de cristal de alcohol y brinda
con todos sus ayudantes y parientes, mientras la esposa saca de su unkuña
un buen jach'i de coca. La conversación gira, entre todos ellos sobre la
elaboración de este producto, recordando tiempos de bonanza y abundancia
de productos agrícolas. Sobre este aspecto tenemos el siguiente pasaje:
"Nayra achachil timpuxa, ch'uñu takiñasa, ch'uñu alltañasa, ukhamarak
ch'uñu qaxuñas wali phistiriwa, siwa. Ch'uñun tat mamax ukurunakan kuna,
thuqurin kunaw ch'uñu mamat lurt'apxiri, siwa. Jichhax janipiy ukhamäxitixa,
q'alw armt'asnsnaxa..." (En tiempos pasados, cuentan los abuelos que, tanto
en el pisado, en el apilamiento y en el estregamiento del chuño solían realizar
una gran fiesta. El dueño solía traer en esos días ya sea a los músicos como
a los bailarines. Era, -dice- una verdadera fiesta. Ahora ya no es así, ya
estamos olvidando esta costumbre...)
Pues, la ceremonia se realizaba en el mismo ch'uñäwi y la mamapacha brindaba
buena producción agrícola, ahora está cansada, con la introducción de la
tecnología científica y capitalista, la madre tierra no da más productos.
Para realizar esta jornada, se juntan las cuatro puyas de chuño, para
formar otro cúmulo más grande que las puyas, denominada Kanta.
Amontonadas las kantas en hileras se empiezan a frotar los chuños con
las dos manos juntas, para quitar las últimas cáscaras que tienen aún los
chuñitos e inmediatamente se extienden en le mismo lugar con el propósito
de que se sequen definitivamente hasta levantar el producto.
El estregamiento del chuño es el último proceso de su elaboración por
lo que separan de la totalidad del producto, todas las qachañas se juntan
en un lugar aparte. Y, como es sabido, en este procesa quedan siempre pequeños
chuñitos que en el largo proceso de la elaboración no han logrado secarse
completamente. Este tipo de chuño es escogido separadamente para ser guisado
esa misma tarde o para el ququ del día siguiente. Estos chuñitos reciben
el nombre de p'ustis.
El tiempo que dura este procedimiento son uno o dos días hasta dejar completamente
secos a los chuños, sin cáscaras. El avance del trabajo depende de la cantidad
de chuño y el número de ayudantes y/o aynis que posee el propietario. Finalmente
se forma otro cúmulo de mayor extensión de este producto, llamada jach'akanta.
Un jach'akanta puede tener 8 qutus y 2 puyas.
Al formar las jach'a kantas, quedan en el suelo o en la superficie del
ch'uñäwi pequeños chuñitos junto con la cáscara, llamados jipi ch'uñu.
Antes de empezar a avientar las jach'a kantas, se realiza todavía el proceso
de mullmsuña, que consiste en extraer los chuños bien pelados de los otros
que todavía tienen cáscaras.
En
aymara se denomina khuyuña. Se realiza para lograr una limpieza final del
producto. Para ejecutar este trabajo se juntas todas las kantas en un solo
lugar. Este gran cúmulo se denomina chuño phina. El trabajo es realizado
generalmente por los varones, mientras que las mujeres alistan la pichaña
para separar la cáscara del chuño, o sea el jipi.
El trabajo se realiza
el día del ch'uñu aptañ uru, con una concurrencia de varias personas, ya
sea familiares, vecinos del ch'uñäwi y los aynis; para todos ellos es un
día trascendental de mucha importancia, asisten con la fe y devoción cristiana
para dar gracias a la ch'uñäw mamata, a los apus del lugar, a la pachamama
y al juyphi tata por haberlos acogido bien durante el largo periodo de la
elaboración del tan esperado chuñito.
Antes de empezar esta última jornada, el propietario derrama aguardiente
de una copa a la pachamama y al ch'uñäw mamata, pidiendo que al término de
la jornada, el ch'uñu mamata llene todos los costales que tienen en el ch'uñu
kustäl q'ipi. Luego brinda con sus ayudantes una copa llena de alcohol para
tener fuerza y poder enfrentarse sin miedo al viento que sopla del oriente
boliviano; mientras tanto, la esposa pasa a todos los asistentes (varones
y mujeres) un buen jach'i de coca, los varones la reciben en sus ch'uspas
y las mujeres en una esquina de sus chukus.
En este pequeño descanso, el diálogo entre todos los asistentes, ya sea
entre hombre y mujeres, versa entre risas y sonrisas, sobre algún acontecimiento
ocurrido tiempo atrás en el mismo lugar de la elaboración del producto. Aquí
se ha podido recoger el siguiente texto:
"Niya pä tunk..mar jilaw pasxpachaxa, aka ch'uñawinx mä achachilax ch'uñu
mamat khuyüwinx chuñump..khuyxatayasisin jiwayayasiritayna. Ukürux K' uchisiñ
urut sipanxa, jachañarurkiw puriwayxapxiritayna..." (Hace más de 20 años,
cuando los abuelos realizaban esta misma actividad, cuentan que un abuelito
había caído en el gran cúmulo de chuños que estaban avientando, al poco rato
murió. Pues, en vez de pasar un buen día, por ser tradicionalmente alegre,
sucumbieron en pena y lágrimas...)
No es solamente el único texto que repiten todos los ch'uñu aptas, sino
recuerdan los grandes acontecimientos que se suscitaron año tras año, décadas
tras décadas, pero siempre reina la alegría y el buen humor. El propietario
del chuño sirve nuevamente a todos los participantes otra copa llena de alcohol,
diciendo:
"Jichhakuchaw qalltawxañäni tat mama, juchhantt'asiwapxmaya..." (Ahora
sí vamos a empezar a trabajar señor señora, brindan...)
Una vez acumuladas las jach' a kantas en sólo sitio, tres o cuatro varones
son designados por el propietario para realizar el avientamiento. Estas personas
son diestras en ejecutar esta delicada operación. Para esto se amarran el
mantiyu o lak'uña en forma diagonal entre el hombro derecho y la cadera izquierda
y se colocan en círculo sobre el gran cúmulo de chuños. Inician esta actividad
con el sistema del lluq'iña y todos realizan el khuyu. Esta acción consiste
en arrojar porciones de chuño de abajo hacia arriba. Los chuños al caer al
suelo forman otro cúmulo totalmente limpio, mientras que en el aire, con
la corriente del viento, el jipi se va separando por completo del producto
en un extremo.
En este proceso, el dueño del chuño sirve a los lluq'iris sendos vasos
de trago para tener más fuerza y poder terminar temprano, mientras que las
mujeres van separando afanosamente del jipi las qachañitas con una escobita
rústica hecha de ch'illiwa y waych'a.
Los
espacios andinos, microclimas y las agrupaciones humanas ofrecen a sus divinidades
una serie de evocaciones con la perspectiva de la relación hombre-tierra.
"Las celebraciones y ritos que marcan el ritmo andino agrícola son un indicio
como la tierra funciona en el seno de la vida campesina. Cuando se repiten
conforme a las estaciones del año, dinamizan al hombre transportándolo hacia
una relación íntima con su cosmos. Los que participan en estas celebraciones
desarrollan una serie de gestos, bailes y palabras que repercuten en el alma
humana (Judd, 1983:34).
El ayta y la ch'alla, son ceremonias muy especiales
en cualquier actividad agropecuaria que realiza el hombre andino. Diego Irarrázaval
dice en relación a esto: la ofrenda o despacho con su largo ceremonial, o
ch'allar en cada ocasión importante, tiene facetas muy sensibles: alimento,
bebida, danza, organización familiar y comunitaria, oración y ofrenda, y
tanto más. Esta celebración de lo cotidiano es, como anota Fernando Silva,
"la experiencia más profunda de la religiosidad vernacular". (Irrarázaval,
1984:103). Toda esta efervescencia cuestiona el orden imperante que reprime
sentimientos e incentiva el progreso de una nueva sociedad gracias a la veneración
activa de la vida, simbolizada por la pachamama.
En la elaboración del chuño, estas celebraciones son vitales para el grupo
por que hay una participación plena de los que trabajan en esta producción.
Una vez avientado el chuño se lleva a cabo la ceremonia de la ch'alla
y el ayta, ceremonias andinas desde épocas precolombinas para dar gracias
al dios divino cristiano y a los dioses protectores del mundo andino. Veamos
la realización de estas dos acciones religiosas importantes en esta jornada:
a) Ch'alla.- La ceremonia de la ch'alla[8]
en la elaboración del chuño, es característica en casi toda la región aymara
y bastante flexible, pues las ofrendas son dadas tanto al dios cristiano
como a los dioses sobrenaturales (cristiano/andino). Para esto, el dueño
del chuño contrata una persona entendida en preparar la misa[9] en honor al ch'uñaw mamata.
En esta ocasión, la mujer extiende en el suelo una misa unkuña, primorosamente
tejida de la lana de alpaca matizada con hilos de diferentes colores, con
toda la fe y esperanza de tener una buena cantidad de este producto, y que
en los años venideros no sufran de hambre y que el chuñito no los deje abandonados.
Primeramente colocan en la misa unkuña, buena porción de la qachaña. Este
tipo de chuño representa la base del troje, donde irá acumulando la gran
cantidad del producto elaborado en el chúñäwi. El paqu[10]
coloca sobre la misa unkuña todos estos elementos en forma ordenada. Ahí
están dos luxis, uno qachu ch'uru y el otro urqu ch'uru. El qachu ch'uru
representa en la ritología andina el "ser reproductor", pues en esta ceremonia
la mujer levanta este lluxi conteniendo vino para asperjar el ch'uñäwi y
al producto; mientras que el luxi de urqu ch'uru corresponde al varón. "Un
buen rito es signo de belleza, con mística, con gratitud" (Irarrázabal, 1987:
81).
Los lluxis están llenos de vino, a su costado colocan dos timlas
y, en el borde de la misa unkuña están dos botellas conteniendo vino una
y en la otra, alcohol, listos para asperjar, y, más adelante están las preciadas
y sagradas hojas de coca, llamadas k'intu.
b) Ayta.- Listos ya los objetos ceremoniales para realizar la ofrenda
de la ch'alla a la ch'uñu mamata, inmediatamente preparan el ayta[11].
Para esto, el dueño del chuño coloca sobre la misa unkuña buena porción de
hojas de coca, un poco de incienso, un brasero y bosta. El paqu es el encargado
de efectuar esta ceremonia, previa nominación de una yanapiri, llamado también
en aymara oficial.
Para efectuar esta ceremonia, el paqu y su asistente
(oficial) se colocan junto a la misa unkuña preparando cuidadosamente todos
los elementos necesarios para rendir evocaciones al dios todopoderoso y a
los apus eternos de la región. Por el momento el ch'uñäwi pasa a ser un sitio
de honor. El maestro[12]
llama a todos los asistentes, quienes se colocan en círculo arrodillándose
y quitándose el sombrero alrededor de la misa unkuña, previamente preparada.
E inmediatamente, el maestro con su asistente toman el sitio y se arrodillan
mirando hacia el oriente y levantan los lluxis conteniendo vino. El maestro
rocía sobre el cúmulo de qachñas y reza en voz baja, así:
"Ch'uñäw
awicha, alxpach awwkija, pukar achachila, janach'in achachilla..., walik
aka jayp'unakax qurpacht' awapxistaxa, ch'uñu mamatax utjxiwa, janiw manq'at
t' aqisipkäti..." (ch'uñäwi, lugar sagrado, padre celestial que vives en
los cielos, espíritus protectores de Pucara mayor, del poderoso cerro Jamach'ini,
damos gracias por tu hospedaje, por tu bendición durante estas noches y estos
días, hemos preparado el tan preciado chuñito, no vamos a sufrir de hambre..)
El maestro, al mencionar en forma suplicatoria a dichos lugares, dirige
una mirada piadosa. Después de haber implorado el permiso de los apus y del
ch'uñäwi, el paqu empieza a rociar y asperjar el vino sobre el pequeño montoncito
de qachañas que están sobre la misa unkuña, a la pachamama y al gran cúmulo
de chuños que están expuestos en medio del área donde se ha elaborado.
El gran cúmulo de chuño permanece en el área enlazado con las wiskhas
por todos los lados a fin de que mientras se preparara la ceremonia de la
ch'alla y el ayta no desaparezca misteriosamente. Según la mitología aymara,
los productos agrícolas cuando se realiza un acontecimiento o ceremonia ritual,
suelen perderse misteriosamente; por eso en el levantamiento del chuño enlazan
por todos los lados amarrando el urqu chuñu con la totalidad de las wiskhas
que llevan para este certamen.
Seguidamente, en honor a los espíritus del lugar se sirven vasos llenos
de licor (preferentemente alcohol), el alférez o dueño del chuño tomando
con las dos manos un par de vasos de cristal o timlas de plata y/o de bronce
sobre la unkuña de qachaña hace una cruz en señal de la bendición del dios
cristiano y rocía una línea con dirección al oriente. Mientras los asistentes
interpretan la línea marcada por el alcohol, "si es que la línea es recta,
sin deformaciones, significa que todo saldrá bien y si es que hay torceduras
en la línea se piensa que habrá contratiempos" (LLanque, 1982:13).
Terminada esta ceremonia, se sirven nuevamente vasos llenos de alcohol
y buena porción de k'intus de coca y todos se dan el abrazo de buena hora,
diciendo:
"Salürukpanay tat mama..., salürukpanay quli maestro, quli mamanak jumanakaxay
utan kuna ch'apaq ch'uñu phutsa, jayu k'ar ch'uñu phuts phayt'apxchiyata..."
(Salud señores y señoras... salud oh buen maestro..., ustedes señoras sabrán
preparar en la casa guiso de chuño ya sea sin o con sal...)
Mientras los concurrentes gozan de alegría, bebiendo buenos vasos llenos
de aguardiente, el maestro va invocando en forma silenciosa a los apus, a
la pachamama y al ch'uñäw mamata, rezando escoge las hojas enteras de la
coca:
"Ch'uñäw mamata, quri uywiri, qullqi uywiri, licenciamata..." Ch'uñäwi,
lugar sagrado, tapa de oro, tapa de plata, con vuestra licencia...)
Pues así, el maestro va escogiendo las hojas de la coca de tres en tres
para formar el k'intu, que es la ofrenda. El K'intu está compuesto de tres
ojas perfectas de coca y el conjunto del k'intu formará el ayta. El maestro
coloca el primer K'intu en una lado del lluyi, entre rezos e invocaciones
al ch'uñäw mamata y al preciado chuñito. Luego invitan a los alferados de
ch'uña apta a que coloquen las hojas seleccionadas de la coca, soplando el
vino que contienen los lluxis y, los demás asistentes lo harán igual.
Terminado este acto ceremonial, todos los asistentes pijchan la coca,
el maestro levanta en alto las ch'uspa, ceremonial de coca y la agita haciendo
ademanes de llamar el chuño de todos los lados. Mientras que las mujeres
agitan con sus sombreros, así:
"Ch'uñu mamata, uksat sipana, aksat sipana jutjakitaya, janikiy jaytjistati..."
(Preciado chuñito, ya sea de aquel lado, de este lado venga aquí, no nos
dejes...)
Las libaciones de alcohol siguen su curso entre bromas de mucha intimidad
a la par pijchan las hojas sagradas de coca. Reina la amistad y alegría entre
todos los asistentes y continúan conversando amenamente acerca de los días
que han pasado en el largo proceso de la elaboración del chuño y comentan
los deseos que en los años venideros se repita del mismo modo.
Al concluir este acto, el maestro y su ayudante preparan los k'intus de
coca para quemarlos en el mismo sitio. Mientras la dueña en compañía de las
demás mujeres alistan los costales y wiskhas para empezar a llenarlos. El
maestro levanta el atadito de ayta o misa unkuña y lo coloca encima del atado
de decenas de costales y wiskhas a fin de que estos costales no regresen
vacíos a la casa. Luego el maestro prepara el numinaryu. La dueña o la ch'uñu
apt mama en compañía de sus parientes (especialmente mujeres) prepara el
ququ. Las demás mujeres también alistan el ququ jalxata formando una buena
cantidad de fiambre para todos.
Aproximadamente,
a la una y/o una y media de la tarde la dueña del chuño espera a todos los
asistentes del ch'uñu apta con buena cantidad de ququ, ubicada en la puerta
del musiña o en un costado de la gran ruma de ch'uñus. En aymara al ququ
lo denominan mirinta y este consiste en: sancochado de ajrat ch'uqi, sancochado
de ajrat ch'uñu, guisado con carne de cordero o ch'arki de llama, buena cantidad
de wayk'ac Para servirse el alimento, los ayni jaqis y los ayudantes guardan
sus ch'uspas de coca y se colocan en círculo, a un costado del lugar donde
estan extendidos los costales vacíos, primorosamente confeccionados de la
lana de alpaca y de llama, listos para llenar el ch'uñu mamata.
En
el transcurso de la merienda, el diálogo se desarrolla sobre los recuerdos
de la elaboración del tan esperado chuñito, acaecidos décadas atrás y protagonizadas
por sus abuelos. Y, aquí recogemos el siguiente texto:
"Achachilas timpux akham jach'anak papa, akham jach'anak ch'uñkamakiw
manq't'añirixa; ukat mamxa asnut khumutaw sarxiri, sasaw achachilanakax kuyntasiri..."
(En tiempo de nuestros abuelos, solían comer -dicen- papas y chuños de gran
tamaño; y, en la época de levantar el chuño muchos de los dueños, al libar
exageradamente el alcohol por un año de bonanza, solían ser llevados hasta
su casa cargados en el lomo del burro...)
Terminado
de comer el fiambre, la ch'uñu apt mama invita a los concurrentes un buen
puño de coca, mientras que el ch'uñu apt tata sirve vasos llenos de licor
(alcohol) a fin de que el trabajo restante se realice de acuerdo a la costumbre
ancestral. El maestro vuelve a invocar a todas las divinidades de la tierra,
del lago y del cosmos; saca la suerte mediante las hojas de coca previniendo
la hora de hacer pasar el ayta.
Inmediatamente después los varones
se amarran transversalmente sus mantiyus o lak'uñas entre el hombro derecho
y la cadera izquierda para empezar a echar los chuños a los costales. Mientras
tanto, las mujeres extienden en el medio del área donde han elaborado el
chuño, los costales en fila; las wiskhas aparecen ubicadas en la parte superior
del lado derecho de la hilera de costales, listos para amarrar (warphuntaña).
Por costumbre ancestral, cada hombre debe llenar un costal de chuño. Tradicionalmente,
en este proceso hay una competencia del llenado del chuño. Quien lo hace
primero es considerado como q'apa jaqi y, recibe como recompensa una unkuña
de qachaña; mientras que, la persona que ocupa el último puesto en llenar
el costal con chuño es considerado como jayra jaqi o mat'atjaqi, y, no tiene
ninguna recompensa.
18. ENLAZAMIENTO DE LOS COSTALES DE CHUÑO CON LA K'ILI WISKHA
Después
de llenar los costales con el chuño, atestan los quintales del producto en
hileras o siqi. Las mujeres se encargan a coser los costales con la p'alta
yawri a fin de que el preciado chuñito no se escape.
Terminado de
coser viene el paso de enlazar a toda la hilera de costales puestos en siqi,
primeramente con la k'ili wiskha, este proceso se llama warphuntaña. Los
encargados de realizar esta acción son los varones, quienes se dan vuelta
al arku de costales cantando varias veces, así:
"Maya, paya, kimsa, tunka,...pataka, waranqa..." (Uno, dos, tres, diez,...cien, mil)
Los varones realizan esta ceremonia quitándose los sombreros y las mujeres
juntan con la pichaña las qachañas y los jipi ch'uñus que en el momento de
levantar el chuño se han quedado en la superficie.
Finalmente, amarran con varias wiskhas comunes. El K'ili wiskha es una
soga trenzada de 8 hilos gruesas de la lana de llama o de alpaca, especialmente
preparada para esta ceremonia.
Mientras el maestro, hace pasar el ayta y a cada rato informa al dueño
del chuño de la forma cómo está quemando la totalidad del pequeño atadito
de el ayta.
Cumplida esta ceremonia de la ch'alla y el ayta, el dueño del chuño suplica
a la concurrencia a que le acompañe a llevar el ch'uñu mamata hasta su casa.
Para esto, invita nuevamente buenos vasos llenos de licor; mientras, la ch'uñu
apt mama invita también, por su parte, buena porción de coca, solicitando
también que lo acompañen a llevar el chuñito hasta su casa.
Hecha esta actividad, las mujeres alistan la unkuña de qachaña con la
idea de que "ella va a cargar toda la cantidad de chuño" . El esposo toma
con la mano derecha una ch'uspa especialmente tejida para esta ceremonia
de la lana de alpaca o de llama, primorosamente confeccionada con una serie
de saltas conteniendo buen porción de coca y se mueven afanosamente mirando
hacia arriba, donde reina el señor y a los apus de la región, invocando por
aquí y por allá a su ch'uñu mamata y con la mano derecha agarra una kuwarta
wutilla conteniendo alcohol, bebe e invita a sus acompañantes, diciendo:
"Mamata, utar sarxañäni, janiw jaythkamamati, utar sarxani, akaw kuka
k'intumaxa, akarakiw umt'asiñ winumaxa..." (Bendito chuñito, vamos a la casa,
no te voy a dejar, vámonos a la casa, aquí está tu coca, aquí también está
tu vino...)
Mientras tanto el encargado de cargar el pequeño atadito de misa unkuña
y la qachaña se prepara conjuntamente con otros participantes. Esta persona
en el transcurso del viaje, desde el ch'uñäwi hasta llegar a la casa, no
debe estar embriagado, puesto que, según la concepción ideológica del campesino
aymara el destino del chuño depende de esta persona; pues, él está llevando
la sagrada misa unkuña conteniendo botellas de vino, porciones de k'intus
de coca, los sagrados lluxis, las antiguas timlas de bronce y otros objetos
ceremoniales del caso.
Anteladamente la esposa (ch'uñu apt mama) entrega al paqu una ch'uspa
primorosamente tejida de la lana de alpaca y de llama con hermosas saltas
de variadas figuras geométricas conteniendo coca y llujt'a, con la cual empieza
a llamar al ch'uñu mamata, soplando al viento con su chuspa y cantando de
la siguiente manera:
"Jü mamata, jinay jinaya...
ju...mamata, jinay jinaya
sarxañäni, jayp't'sitaniwa..."
(...Ju, bendito chuñito, vámonos, vámonos,
ju..., bendito chuñito, vamonos, vamonos,
tenemos que irnos, ya viene la noche...)
Después
de cantar todos esta primera copla, cargan los quintales de chuño a las acémilas
(burros y llamas) pidiendo a sus animales lo siguiente:
"Asnu wawita,
janiw...ch'uñu mamat chika thakin jaquntasisin usuchatati, utan manq'amax
inaskiwa, uk manq' asiskäta...munat achu khun uywita..." (Querido criita
de burro, no vas a botar el preciado chuñito, en la casa tenemos suficiente
comida preparada para que puedas comer toda la noche, esa comida es solamente
para ti querido animalito...)
19. COPLAS DE LOS CH'UÑU PAPAS EN EL TRAYECTO DEL CHUÑITO A LA CASA
Estando
ya preparados para emprender el viaje, los dueños del chuño solicitan licencia
del ch'uñäw mamata y de sus aynis para retirarse, y empiezan a arrear a sus
mariyanus cargados de losch'uñu tupus. Las mujeres dirigidas por la ch'uñu
aptmama inician a dar gracias a los dioses tutelares de la región, más que
todo al ch'uñäw mamata, arrodillándose con dirección hacia el saliente, por
donde sale el padre sol, diciendo:
"Ch'uñaw mamata...waranq waranq
yuspajarapxsma, ch'uñu mamat uñjt'aw layku..." (gracias benevolente ch'uñäwi...damos
mil gracias por lo que, durante este tiempo nos has cobijado para elaborar
el tan preciado chuñito...)
Mientras las mujeres cumplen esta acción de gracias, los varones, por
su parte, realizan otra ceremonia en el mismo sitio, formándose en un círculo
toman con la mano izquierda sus sombreros y con la mano derecha sus respectivas
ch'uspas de coca, gritando:
"¡Wü...mamata, jichhürux urumawa, umt'asma, aka chiqaw tahkin utamax mamata.
Wü...mamata, akaw winumaxa, umt'asma..." (¡Wuuu...preciado chuñito, hoy es
tu día, bebe este vino, por aquí se va a tu casa, por aquí es tu camino.
Wuuu...preciado chuñito...)
Inmediatamente bailan dando vueltas en el mismo ch'uñäwi, sus chuspas y sus istallas de coca les sirven de pañolones.
Terminada esta acción ceremonial, emprenden el viaje hacia la casa del
alferado. Las mujeres se encargan de arrear los burros cargados de ch'uñu
tupus; mientras que los varones viene en grupo tras de las mujeres bebiendo
buenos tragos (especialmente aguardiente), llamados en aymara ch'am katuñ
jaru alkula (trago amargo para tener fuerza) y chajchando la coca con la
idea de ch'uñaw mamar kuk k'intuchäñaäni para retirarse poco a poco del ch'uñäwi;
ellos van cargados en sus lak'uñas o mantiyus wiskhas y qachañas; y, las
primeras coplas que cantan y que son de tradición ancestral, son:
"Wü...mamatay, jawutxitay jawutxitay
Ch'uñu mamata...aka chiqaway tahkima
...aka chiqaway thakima...aka chiqaway utama..."
(Oh preciado chuñito...vámonos, vámonos
Preciado chuñito, por aquí es tu camino,
...por aquí se va a tu casa...)
Las
acémilas cargadas del chuñito se dirigen a la casa. Las mujeres en el transcurso
del viaje no cesan de conversar acerca de las peripecias que han pasado durante
noches y días íntegros en la elaboración del producto, inclusive recuerdan
las más antiguas técnicas que empleaban sus abuelos para el procesamiento
de su producto; la cantidad de tupus que solían levantar. Asimismo, hablan
de las acciones benefactivas y punitivas del maestro. Muchas veces alaban
sus experiencias en el manejo de los diferentes aditamentos mágico-rituales
para cada caso, ya sea para levantar el chuño, para construir una nueva casa,
como para celebrar un simple y/o complejo rito dedicado a la ispalla, a la
uywa illa, etc., a fin de que los dioses tutelares reencarnados en los cerros
elevados y el ch'uñäw mamata bendigan el momento de levantar este producto
con más de cien costales llenos de chuños.
El maestro personaje central
de la ceremonia viene tras el grupo de todas las personas llamando con su
mágica ch'uspa cantando las mismas coplas que la de los aynis:
Wü...mamatay, jawutxitay jawutxitay
Ch'uñu mamata...aka chiqaway tahkima
...aka chiqaway thakima...aka chiqaway utama..."
(Oh preciado chuñito...vámonos, vámonos
Preciado chuñito, por aquí es tu camino,
...por aquí se va a tu casa...)
Estando
a medio camino, el grupo de varones hace un alto y nuevamente se colocan
en círculo para cantar otras coplas de tradición ancestral. Se quitan sus
sombreros y tomando con la mano derecha sus ch'uspas y soplando hacia arriba
a manera de pedir bendición a los dioses cosmogónicos, dicen:
"wü...sarasarä...wü...sarasarä...,
Jutarapita, jutarapita mamata...,
Aka chiqaway tahkima;
Aka chiqaway utamar sarañ tahki...
Urumaway mamata..."
"Buuu...sarasara..., buu sarasarä...
Venga a mí, venga a mi..oh preciado chuñito,
Por aquí es tu camino...
por aquí se llega a tu casa...
Hoy es tu día, oh preciado chuñito...)
Los
varones van cumpliendo de esta manera, esta costumbre tradicional, a la que
van libando también sendos vasos de trago, y al mismo tiempo bailan.
Después
de proseguir el viaje, llegan a un lugar destinado a hacer el descanso, tanto
los varones como las mujeres intercambian sus istallas y ch'uspas; se sirven
vasos llenos de alcohol para decir que la ch'uñu mamata está emborrachándose
poco a poco. Y, juntándose nuevamente en círculo, repiten la canción anterior:
"wü...sarasarä...wü...sarasarä...,
Jutarapita, jutarapita mamata...,
Aka chiqaway tahkima;
Aka chiqaway utamar sarañ tahki...
Urumaway mamata..."
"Buuu...sarasara..., buu sarasarä...
Venga a mí, venga a mi..oh preciado chuñito,
Por aquí es tu camino...
por aquí se llega a tu casa...
Hoy es tu día, oh preciado chuñito...)
La
alegría y el buen humor reinan entre todos los participantes, avanzan tomando
buenos tragos, bailando con sus ch'uspas que les sirven de pañolones. La
comitiva es dirigida por el dueño del chuño, que no se cansa de brindar con
cada uno de sus acompañantes. Las mujeres avanzan también bebiendo alcohol
y pijchando coca.
El
viaje desde el ch'uñäwi hasta la casa dura aproximadamente una o dos horas.
Llegando a la casa, los varones entonan la última canción:
"Wü...sarasarä..., wü... sarasarä,
Utamar purinxtanwa, akaw utamaxa.
Akaw quri qullqi utamaxa...
Akanw winay winay ikt' asxäta..."
(Buuu...sarasara..., buu...sarasara
Ya hemos llegado a la casa. Esta es tu casa.
Este es tu nido de oro y plata...
Acá estarás eternamente...)
Poco
después apilan las veintenas o centenas de tupus de chuño ubicándolas en
el patio de la casa donde las arriman unas sobre otras con las costuras intercaladas.
Cubren la tawqa de costales con tolderas tejidas en bayeta y las tratan
con sogas para que el chuño no huya misteriosamente de noche.
Los ayni jaqis se quedan en la casa del alferado hasta latas horas de
la noche, generalmente los varones; puesto que ellos creen que esa noche
es peligrosa y se corre el riesgo de que en cualquier momento puedan desaparecer
misteriosamente los costales llenos de chuño. Entonces se acomodan al pie
o en un costado donde están apilados los costales o sacos de chuño. Esta
acción se llama chillpaña.
El atadito de qachaña es colocado encima de los costales apilados de igual
manera la misa unkuña. Aquí hay otra creencia mitológica, pues el atadito
y la misa unkuña están encargadas de cuidar a los costales de chuño durante
esa noche para que no desaparezca.
Los días destinados para levantar el chuño son generalmente, lunes, miércoles,
jueves, sábado y domingo. Nunca lo hacen los martes y viernes; tampoco los
días donde caen las fases lunares porque se cree que en estos días la papa,
como el chuño reciben una enfermedad muy contagiosa, y, por eso, en el momento
de comer tienen un sabor desagradable y suelen acabarse muy rápidamente.
Estando ya en casa el esperado chuñito, alista el sixi de totora, elaborada especialmente para almacenar este producto.
El chuño, para mantener su consistencia nutritiva requiere ser guardado
en un lugar estratégicamente situado dentro de la manq'a uta. Esta actividad
se llama sixiña.
Antes de colocar el sixi en el suelo de la manq'a uta, tienden previamente
el minu, sobre esto la waych'a y finalmente el waka q'ara con el fin de que
el chuño durante el período que ha de estar almacenado no pierda el sabor
y se mantenga fresco los años que ha de estar guardado.
Terminada esta actividad, sixitaña, colocan por encima la unkuña de qachaña,
a su costado están las botellas de vino y de alcohol, los lluxis y una cruz
de palmera que significa que el dios cristiano ha de bendecir llenando el
lugar cada vez más con chuño, que va saliendo para el consumo.
Para que el chuño dure dos o tres años, suelen coger un coleóptero, llamado
en aymara el ch'uñu ch'uñu, lo introducen vivo al sixi manifestando que el
próximo año seguirá igual la cantidad de este producto levantado del ch'uñäwi.
Como
hemos apreciado, las diferentes operaciones en la elaboración del chuño consisten
en una tecnología compleja y diversificada. Pero, antes de ver el aspecto
de la tecnología, es importante ver el escenario en el cual se realiza este
trabajo humano. Este escenario es la meseta del altiplano que abarca las
zonas aymaras y quechuas, claro con pasos y/o técnicas muy diferentes y concepciones
ideológicas muy complejas.
El altiplano peruano tiene una diversidad
climática y esto origina una gran variedad en la existencia de los seres
vivos, además esta diversidad climática genera altitudes diferenciadas con
características propias en cada piso ecológico. En la elaboración del chuño,
el clima es fundamental e imprescindible para su procesamiento.
Para realizar este trabajo, se ha tenido como elemento primigenio de información:
la palabra, pues ella está impreganada de toda la sabiduría de un pueblo.
"La cultura empieza con el estudio de las palabras. Evidentemente cada palabra
puede escribir su propia bibliografía, a su adecuación y extensión específica
como cada disciplina lo asuma" (Ravines, 1988:75). Es cierto, como aymara-hablante
y natural de la comunidad en estudio, los textos aymaras han pasado a ser
el primer material de estudio y análisis.
El hombre andino, especifícamente los aymaras, a pesar de la incursión
en la tecnología moderna, han mantenido en este largo tiempo de imposición
tecno-cultural viva la tan acertada y variada técnica de producción del hombre
andino.
El chuño, producto derivado de la papa que ocupa el primer lugar en la
alimentación andina, requiere para su perfecta elaboración un tiempo aproximada
de 4 a 5 semanas. Esta actividad se ejecuta generlamente en el mes de Junio.
El espacio elegido para su procesamiento, no es cualquier lugar en la circunscripción
geográfica de un asentamiento humano, sino es un lugar que cumple ciertas
condiciones de orden ecológico, pues bien, debe ser, necesariamente, un lugar
descubierto de viviendas y lugares de pastoreo, específicamente la superficie
de este sitio tiene que presentar la existencia de la variedad de grama,
llamada en aymara ch'iji. Al no existir este recurso natural el campesino
aymara tiende a la intemperie la variedad del jichhu denominado minu y/o
t'isña que servirá al chuño como especie de lecho.
El hombre andino en la realización de las diferentes labores cotidianas,
no las ve como un quehacer divorciado de la cosmovisión circundante, sino
como que todo está intimidamente relacionado con su concepción mitológica
del mundo.
Sobre la elaboración del chuño, todos los momentos y pasos de la técnica
del procesamiento, están directamente vinculados con la presencia de las
divinidades de la tierra, del cosmos, etc.., así pues el dios cristiano representado
por la virgen María, por los Santos y la Cruz; los apus, la pachamama, el
ch'uñäw mamata, los espíritus de la tierra, de la vivienda y de los animales
influyen poderosamente en la consecusión efectiva del buen procesamiento
del preciado chuñito. Es así como hemos podido ver las diferentes coplas,
de ruegos, de invocaciones peregrinatorias que implican el quehacer cotidano
del trabajo en relación con la ayuda inmanente de un dios supremo, que reina
una determina región.
Asimismo, la presencia de los diferentes indicadores para la caída de
fuertes heladas (fauna, flora y meteoros) también están relacionados con
la influencia de las principales deidades sobrenaturales de la gran región
aymara. Por lo que, en el mundo andino, ningún trabajo manual está separado
de la concepción mágico-religiosa, así por ejemplo cuando alguien tiene una
cosecha opulenta, sus animales dan muchas crías, el sacrificio de un animal,
el techamiento de una nueva vivienda, etc., todo ello tiene una relación
unívoca entre la tecnología y la mitología. De nada sirve un trabajo netamente
tecnológico sino no se considera la concepción ideológica del hombre andino.
Se ha podido observar en el presente trabajo, que para cada descripción
de los diferentes pasos y técnicas, está íntimamente supeditado a la presencia
de los diferentes dioses perpetuos, tanto de origen benefactivo como punitivo.
En las últimas décadas del presente siglo, esta tecnología tradicional
conjuntamente con la concepción mágico-religiosa del hombre aymara va perdiendo
su valor intrínseco, esto es originado por el cambio en el manejo de la ecología
andina, una ecología creada por los españoles, por la introducción de la
costumbre de quemar pastos en la noche de San Juan lo que exterminó casi
por completo todos los ecosistemas del mundo andino" (Antúnez de Mayolo,
1977:12).
Alertamos que esta tecnología tradicional que ha trascendido por siglos
perdurará por poco tiempo, esto a falta de un buen control del manejo de
pisos ecológicos existentes en nuestra región. Y, por otra parte la exterminación
de las primeras variedades de tubérculos y otros productos originarios de
la región, no permite el procesamiento de productos derivados para los diferente
usos.
NOTAS
[1] Pachamama.- es la divinidad femenina principal de los aymaras. Junto con los achachilas es la protectora y cuidadora por excelencia de los campesinos. Es una madre anciana que ampara a sus hijos y les da los alimentos que necesitan para vivir . Al mismo tiempo la consideran joven, como una virgen que se renueva constantemente. Muy a menudo la identifican con la virgen María, hablando de la 'Santa tierra', de la wirjina o de la wirjin mama. El campesino tiene un respeto profundo por la tierra y manifiesta su reverencia hacia ella continuamente, la invoca en casi todos los ritos, le 'paga' con sus ofrendas por los bienes que recibe. Cuando va a tomar alcohol, siempre derrama primero algunas gotas en el suelo en honor de la pachamama. (Van den Berg, 1985: 142). Pachamama.- es la diosa de la naturaleza, la madre tierra que nos sustenta, la que nos da vida y felicidad. Es la divinidad mas querida de los hombres, no sólo porque es nuestra madre que en vida nos asiste, sino que también nos da la paz eterna cuando morimos acogiéndonos en su regazo. Pachamama se encuentra en todas partes, esto es, en toda la superficie de la tierra, así como en el subsuelo, los minerales, los cerros los lagos, los ríos, los montes, las flores, forman parte de su existencia. (Oblitas, 1978:54).
[2] K'intu.- ¨Conjunto de tres hojas de coca perfectas. Al comenzar a masticar coca, en cualquier ocasión, se hace primero un K'intu. Se mastican estas tres hojas en honor de la pachamama y de los achachilas y se entierra luego la pequeña bola que se ha formado" (Den Berg, Hans van; 1985: 107). "Combinación de tres hojas de coca con fines ceremoniales; ramillete. Kuka K'intu, ramillete de tres hojitas de coca; ofrecimiento que se hace a la tierra enterrando el ramillete de coca. Ofrenda que se prepara para los espíritus malignos" (Cusihuaman G. Antonio; 1976: 71) "Hojas de coca, escogidas, que se ofrecen a la pachamama, en número de tres, y a veces de cinco. Kuka K'intu, tiene dos casa: la una de un verde grisáceo, la otra de un verde oscuro. Cuando, al caer la hoja, la cara verde-oscuro queda hacia arriba, es señal de buena suerte" (Dalle, 1983: 30-31).
[3] Untu.- Vocablo quechua, en aymara se dice llamp'u, que es grasa del pecho de llama o de la alpaca. Forma parte invariable en todas las ofrendas rituales importantes.
[4] Mamata.- En el Diccionario Religioso Aymara, de Hans Van Den Berg, dice: "Mamata se llama también al conjuntos de productos (papas, cebadas, habas, etc.) que se escoge para el rito de agradecimiento que se efectúa en la fiestas de Pentecostés. Ch'uñaw mamata es el lugar sagrado donde se elabora el chuño con una serie de ritos.
[5] Informan: Pascual Condori Flores, de 60 años, y Celestina Cruz Ventura, de 62 años, ambos de la comunidad de Chamchilla, Acora.
[6] Thayacha.- Dícese del Isaño (Tropaeolum tuberosus R.&.P.) que después de cocido ha sido pasado por la helada y que se come como helado (De Lucca,1983:413).
[7] Kharisiri.- Es un ente fabuloso que tiene la figura de un Cura. Se halla munido de un cuchillo afilado que le sirve para cortar el ombligo de su víctima de donde extrae la grasa, que es su alimento, El Kharisiri viste sayo negro, o sea un camisón que se asemeja a la sotana de un fraile; su mirada es desconfiada, su rostro enjuto y ojeroso. Según la creencia popular, los Kallawayas mantienen relaciones comerciales con los kharisiris, quienes les proveen de grasa humana para cierta clase de curaciones contra el brujería. Generalmente los kharisiris tienen por residencia los cementerios, donde se ocupan de extraer la grasa de los muertos. El olor particular del Kharisiri se asemeja al meado del zorrino; dicen que el olor de la sangre humana es idéntico que este excremento cuando recorre casa en casa en pos de parientes y amigos para despedirse de este mundo. Cuando el Kallawaya siente olor a sangre de moribundo, exclama: "Sangre de algún ajayu en pena, pasa tu camino, yo te perdono de los males que me has hecho"; luego asegura la puerta de su habitación porque cree que detrás del olor de la sangre humana va el kharisiri en busca de alguna víctima (Oblitas, 1978: 123).
[8] Ch'alla.- "Brindar, beber a la salud de uno. Sacrificar unas gotas de licor a los dioses" (De Lucca, Manuel; 1983:11). Aspersión. - En muchas oportunidades los aymaras realizan la ceremonia llamada "ch'alla". Consiste en derramar un poco de alcohol que se va a tomar sobre el suelo en honor a la pachamama; o en asperjar alcohol sobre los implementos que se usan en los ritos y sobre un animal que va a ser sacrificado. También se realiza la ch'alla de las chacras por motivo de la siembra o en algún momento durante el periodo de crecimiento de las plantas" (Van Den Berg, 1985: 48-49).
[9] Misa.- ofrenda: Misa es la palabra más común para la ofrenda compleja, es decir para la ofrenda con varios o muchos ingredientes. Es una hoja de papel, sobre la cual se colocan, según la intención de la ofrenda, una cierta cantidad de elementos vegetales, animales, minerales, alimenticios y diversos. Estos ingredientes constituyen dones olfatorios, alimenticios o especiales para los seres sobrenaturales y simbolizan un determinado deseo (protección, suerte, amor, maleficio, etc.). Hay ofrendas benévolas y ofrendas malévolas; es decir, ofrendas que tienen la intención de conseguir un bien o de hacer mal (Van Den Berg, 1985: 123).
[10] Paqu.- "Especialista que tiene habilidades para emplear técnicas mágicas para el manejo de las fuerzas sobrenaturales y para aplicarlas o dirigirlas hacia la solución de los muchos problemas que presionan al hombre. Emplea una o más técnicas adivinatorias que pone en contacto directo con los seres sobrenaturales" (Tschopik, 1968 : 179-180).
[11] Ayta.- "Especie de ofrenda sencilla que consiste en: tres hojas perfectas de coca, algunos pedacitos de sebo de llama, un poco de copapa y menta pulverizada. Esta ofrenda se presenta en la construcción de una casa, durante ciertos ritos domésticos (p. ej. el corte de pelo, murusiña), durante los viajes (en especial en las apachetas) y en ritos relacionados con la agricultura, la ganadería y la pesca. La ofrenda puede ser quemada o enterrada (Van Den Berg, 1985:33).
[12] Maestro.- En la región aymara se les conoce con este nombre a aquellas personas que realizan una ceremonia ritual.
ALBERTI, Giorgio y MAYER, Enrique
1974 Reciprocidad e intercambio en los andes peruanos. Perú Problema No 12, IEP, Lima.
ALLPANCHIS PHUTURINQA
1970 Revista del Instituto de Pastoral Andina. No.2, Cuzco.
ANTUNEZ DE MAYOLO R., Santiago E.
1977 La nutrición pre-hispánica y la alimentación contemporáneas. Separata de uso restringido.
1981 La nutrición en el antiguo Perú. Edición Central del Banco de Reserva del Perú. Oficina Numismática. Lima.
1983 La previsión del clima en el Sur del Perú. En: Evolución y Tecnología de la Cultura Andina. Cusco.
Berg, Hans van den
1985 Diccionario religioso aymara. Iquitos, CETA-IDEA.
BERTONIO, Ludovico
1984(1612) Vocabulario de la Lengua Aymara. Reimpresión CERES. La Paz-Bolivia.
BÜTTNER, Thomas y CONDORI CRUZ, Dionisio
1984 DICCIONARIO aymara-castellano. Edición PEEB-P.
CARMONA CRUZ, Aurelio
1967 El Area de Pirapi: Instituto Indigenista Peruano, sub-proyecto de investigación. Zona: Puno-Lago, Puno.
CARTER, William E.
1982 IRPA CHICO: Individuo y comunidad en la Aymara. Editorial "Juventud". La Paz.
CASTRO POZO, Hildebrando
1973 Del ayllu al Cooperativismo Socialista. Ediciones Biblioteca Peruana, Lima.
CONDORI CRUZ, Dionisio
1989 Sistema Aymara de Previsión del Tiempo Agrícola. Tesis de la UNA, Puno.
COÑEZ N. y DEL SOLAR, María E
1988
Elaboración de chuño negro. (Caso comunidad Huichay Jaran, Juliaca, Puno.
En: TECNOLOGIAS CAMPESINAS DE LOS ANDES. Editorial Horizonte. Lima.
CUSIHUAMAN G. Antonio
1976 DICCIONARIO QUECHUA (Cuzco-Collao). Ediciones Ministerio de Educación. Lima.
DALLE, Luis
1983 Antropología y Evangelización desde el runa. CEP, Lima.
DE DIEZ CANSECO ROSTWOROWSKI, María
1986 Estructuras Andinas del Poder. IEP, Lima.
DE LUCCA D., Manuel
1983 Diccionario Aymara-castellano-aymara. CALA. La Paz.
DEN BERG, Hans Van
1985 Diccionario Religioso Aymara. Ediciones CETA-IDEA, Iquitos.
DOLLFUS, Olivier
1981 El reto del Espacio Andino, IEP. Perú Problema No 20. Lima.
JUDD, Esteban
1983 Celebraciones de la tierra. En el boletín del IDEA, No 13, Chucuito.
IRARRAZAVAL, Diego
1984 PACHAMAMA. Vida divina para gente abatida. En boletín de IDEA, No 18, Chucuito, Perú.
1987 RITUAL ANDINO, EUCARISTIA, COSECHA DE PAZ. En boletín de IDEA, No 27, Chucuito, Perú.
LIZARRAGA, Karen
1989 LA PAPA: Símbolo andino de vida. Museo Nacional de Antropología y Arqueología. Lima.
LLANQUE, CH., Domingo
1982 "Mamatan urupa": rito de acción de gracias por la cosecha. En: Bol. IDEA, Nº 10. Chucuito, Perú.
MAMANI, Mauricio
1978 El chuño: Preparación, uso, almacenamiento. En: Tecnología Andina. IEP, Lima, Perú.
MARZAL, Manuel M.
1977 Estudios sobre RELIGION CAMPESINA. PUC, Lima.
MURRA, John Víctor
1975 Formaciones Económicas y Políticas del Mundo Andino. IEP, Lima.
1983 La organización económica del Estado Inca. Siglo XXI - IEP, Lima.
OBLITAS POBLETE, Enrique
1978 Cultura Callawaya. Ediciones Populares Camarlinghi. La Paz.
PULGAR VIDAL, Javier
1987 Geografía del Perú. Las ocho regiones naturales. Ediciones PEISA, Lima.
RAMOS VEGA, Claudio
1987 Predicción climática con indicadores biofísicos. Asillo. Puno.
TSCHOPIK, Jr. Harry
1968 La Magia en Chucuito. I.I.I., México.